Vidas Imaginarias: Corría noviembre de 2014, yo estaba viviendo en Buenos Aires y hacía 2 años que venía durmiendo en sofás de amigos, sin casa. Para ganarme la vida daba clases de guitarra a niňos de familias acomodadas en la zona norte de la ciudad, también tocaba todos los días en los subtes y de vez en cuando, en bares de poca monta. Paralelamente grababa mis canciones en casa de mi amigo el productor Francisco Marafioti, un loco divino que habíamos conocido años atrás cuando manejábamos una sala de ensayo con otro gran amigo: Pablo Fermín.
Una tarde lo acompañaba a devolver un dinero que le habían prestado, mientras caminábamos Fran me aleccionaba con toda clase de disertaciones sobre el arte y el oficio de la música, alentándome a grabar en estudios grandes, que mis canciones ya se lo merecían y cosas por el estilo. La verdad es que sus palabras me entusiasmaban y perturbaban al mismo tiempo, esa clase de vértigo que uno siente cuando la vida te empuja mas allá de lo conocido y te saca de tu zona de confort. Al llegar al lugar el adeudado no estaba en casa, así que inmediatamente nos subimos a un colectivo rumbo al barrio de Floresta, a los legendarios Estudios Panda. Cuando llegamos nos atendió Sergio Martinez y le pedimos probar las canciones al piano, luego de escucharlas mi pequeño amigo no dudó en sacar de su bolsillo el dinero destinado a saldar su deuda y reservar un turno para unos días más adelante, en un acto de intrepidez y generosidad impresionante, “el resto conseguílo vos!” me dijo.
La cuestión es que conseguí el dinero y pudimos concretar nuestra aventura, grabando 3 canciones, una de las cuales es la que está acá. Fué una experiencia mágica y hoy puedo decir que valió la pena. Al final mi amigo tenía razón, a veces un poco de locura no viene mal.
Tus besos son el camino: Con mi ex pareja, Andrea, tuvimos la ingenua y hermosa idea de irnos a vivir juntos a una ciudad extraña, Dios sabe que no fué fácil pero el amor que nos unía era sincero y genuino, y eso es lo que quise rescatar en esta canción. En cuanto a la grabación la batería la toca Guillermo Tuca Manzi, un dúctil músico y amigo que siempre me ayudó mucho.
El sendero de las rocas: El germen de esta canción nació en un ensayo con mi antigua banda Satélites, en la salita de la calle Juncal, en el barrio de Martinez del Gran Buenos Aires. Recuerdo que Juan Zangrilli lanzó un preset de su computadora y Leandro Emanuele comenzó a digitar su bajo de 5 cuerdas, inmediatamente nació esta melodía a la cual después le completé la letra. La metáfora de subir la montaña busca hablar de lo difícil que puede ser la vida a veces pero que al llegar a la cima se ve el paisaje con mejor perspectiva. En la grabación toca el bajo mi co-equiper de aquel momento Gabriel Santa Cruz, sólido bajista, compositor, guitarrista y excelente persona.
Hacia las estrellas: Muchas veces nos olvidamos que estamos acá sólo por un tiempo, que nuestro origen viene de las estrellas y hacia allá vamos; esta canción habla sobre eso y reflexiona sobre otras cuestiones a partir de esa idea.
Aquí en la batería tenemos a César Richardino gran músico y amigo, en el bajo otra vez Gabriel Santa Cruz, quedando así plasmada la única grabación del trío que habíamos bautizado «Los Náufragos de Ansenuza».
Lágrima dorada: Una noche después de la muerte prematura de una amiga de la familia me desperté cantando esta melodía en un idioma extraño, una especie de portugués mal hablado. Me levanté de la cama semidormido, agarré la guitarra y bajé de un tirón toda la música de esta canción, luego lo único que tuve que hacer fué «traducir» la letra al castellano, me llevé un par de sorpresas cuando descubrí lo que mi inconsciente me estaba diciendo.
Naciendo d nuevo: La compuse en 2011 después de ver un una entrevista que le hacían a un niño italiano sobre la típica pregunta de «qué quisieras hacer cuando crezcas?». Me conmovieron las ocurrentes respuestas y la terminé esa misma tarde.
Pienso que UNA VIDA PLENA es un ideal de la niñez realizado en la edad adulta.
lulomarini.wordpress.com 